TIROL. “LO QUE PASÓ ALLÁ, VISTO DESDE ACÁ”

(POR EL PROFESOR DE HISTORIA FÉLIX PAULO NÚÑEZ)

Más allá de que el 25 de mayo de 1.810 no fue solamente un quiebre en el devenir histórico mundial sino también el inicio de nuestra historia como nación, no podemos descuidar el hecho de que fue el producto de un proceso que tuvo varias vertientes políticas, económicas, sociales culturales. Todo surge casi improvisadamente. La cosa crecía a medida que llegaban las noticias de otros lugares como Europa, que a pesar de tardar en llegar, servían para saber qué alternativa elegir acorde al clima político reinante.

¿Cómo llegamos al 1.810?

Sin caer en demasiados detalles aburridores, es preciso mencionar algunos hechos históricos que influyeron en los sucesos de mayo:

• “La revolución Francesa” (1.789) que con su lema LIBERTAD, IGUALDAD Y FRATERNIDAD posibilitaron un nuevo enfoque social igualitario y una mayor participación política.

• ”La independencia de Norteamérica” (1.776) que fue el primer movimiento independentista con Éxito en el continente y por lo tanto sería la base y el ejemplo de los posteriores movimientos americanos.

• ”Las invasiones inglesas” (1.806-1.807) que no solo difundieron las ideas liberales en lo político y económico que traían de Europa sino que también hicieron ver a los criollos que tenían poder e influencia para determinar por si mismos los caminos a tomar sin depender de las odiadas autoridades ni del lejano reino de España.

¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¿ Qué pasó en mayo de 1.810?

En ese mes llegaron muy malas noticias desde España: El Emperador de Francia, Napoleón, invadió el reino y capturó al rey Carlos y a su hijo Fernando VII, imponiendo de esa manera a su hermano José (a quién los españoles apodaron “Pepe botella” por su aprecio a las bebidas alcohólicas) como el soberano de todos los territorios españoles.

Paradójicamente para el virrey Cisneros, estas noticias no ran tan malas como las posteriores, que decían que los españoles comenzaron a armar juntas de gobierno para dirigir sus territorios hasta que el rey regrese, es decir, al no estar el poder real, ese poder de gobernar volvía al pueblo, quien tenía el derecho a elegir su nuevo destino. Obviamente el virrey comprendió que si los criollos se enteraban de esa posibilidad de acción, iban a poner en duda el derecho del virrey como autoridad.

¿Cómo se llegó al 25?

Cisneros intentó por todos los medios que los criollos no se enteren de estas noticias, pero los chismosos estaban en todos lados y pronto la noticia llegó a los oídos de los ansiosos de escuchar. Es que hacía tiempo se libraba una silenciosa, y a veces no tan silenciosa lucha de intereses entre peninsulares (españoles que venían directamente de España) y tenían ellos principales cargos políticos y económicos, y los criollos (hijos de españoles pero que habían nacido en América) y mestizos (hijos de Español e indígenas) que buscaban conseguir esos puestos, pero que las leyes vigentes les prohibía.

Al enterarse de las noticias, los criollos vieron la oportunidad de derrocar a las autoridades del momento y colarse en los principales puestos a fin de mejorar su situación personal. También existía otro grupo que quería ir más allá y buscaban fuerzas para despegarse de la tutela de un reino que con sus leyes solo perjudicaba a los que estaban de ese lado del océano.

Todos coincidieron con la necesidad de exigir a Cisneros la convocatoria un “Cabildo Abierto” a fin de juntar a los ciudadanos y entre todos decidir qué alternativa tomar frente a la confirmada noticia de la ausencia real. El proceso fue de lo más accidentado. Los criollos a fin de asegurar su postura recurrieron a todo tipo de estratagema, desde prohibir el ingreso de simpatizantes españoles, utilizando el nunca bien ponderado “apriete” efectuado por los seguidores de French y Beruti, hasta el más conocido como el hacer invitaciones truchas a fin de tener mayoría en el momento de votar (¿no les suena conocida esta estrategia?).

Lo cierto es que las discusiones en el Cabildo comenzaron el 22 y duraron hasta la noche del 23 sin llegar a un acuerdo que deje contentos a todos, ya que algunos querían que el virrey Cisneros continúe en el cargo y otros directamente querían que se forme una junta de gobierno que rija los destinos a partir de ese momento. pero el 24 sucede lo inesperado para todos los criollos, pues los españoles con una desconocida rapidez logran nombrar una junta a pesar de destituir al Virrey Cisneros , nombra a este presidente de la nueva junta causando un descontento en los criollos quienes ,frente a esta nueva autoridad recurren (y desde ahí esto se torna como mala costumbre)al ejército para que defina la situación. El jefe de regimiento, Cornelio Saavedra, se pronunciará a favor de los criollos. Sus palabras no solo causarán la renuncia de la Junta del 24, sino que le posibilitarán acceder a la presidencia de la nueva Junta que se formaría al día siguiente.

Y al día siguiente…

El día se presentó templado,con pocas probabilidades de llovizna hacia el mediodía y mejorando ,con descenso de temperatura hacia la tarde-noche.

El alcalde había abierto el Cabildo desde temprano a sabiendas de que pronto irían llegando los ciudadanos para recomenzar la discusión sobre el camino a tomar. Sin embargo los que también poco a poco irán llegando serán los seguidores de Franch y Beruti, los de la “Legión infernal”, quienes casi para el mediodía sumaban unos 600 portando armas quienes entre gritos y coros acercaron al Cabildo no solo la lista de los integrantes, que según ellos “eran los que el pueblo querían que integraran la Junta” sino que reunieron también a muchos otros vecinos y al pueblo en general. (o sea a los más pobres de la ciudad)

Como todos sabemos, cuando el Pueblo se junta y reclama a viva voz, los gobernantes tienden a hacer aso al pedido, aunque sea por miedo a una paliza si así no lo hicieran.

Alrededor de las tres de la tarde se nombra una nueva junta(LA PRIMERA JUNTA DE GOBIERNO PATRIO)integrada en su mayoría por criollos. Cuando el alcalde sale a anunciar el hecho se encuentra con la plaza vacía …-¿qué pasó?. El pronóstico resultó ser verdadero. La lluvia hizo su aparición y como nadie tenía paraguas (porque aún no fueron inventados) cada uno volvió a su casa. Por suerte las campanas de la iglesia sonaban fuerte y al hacerlas oir despertaron de la siesta y todos se volvieron a reunir en la plaza para enterarse de las buenas nuevas. Luego retornan cada uno a sus hogares, felices pero inseguros por no saber lo que en realidad había pasado. La nueva junta comenzó su trabajo, entre lo que figuraba anunciar a los demás cabildos del virreinato la nueva noticia, que a más de uno no le agradó por ser el primer gran paso hacia la independencia.

¿Solo nos quedan recuerdos, fiestitas y nombres de calles?

Por todo lo poco dicho anteriormente, nos queda ver qué es lo que nos puede quedar de este hecho , que para colmo pasó hace 200 años.Es difícil ver que ese 25 de mayo de 1.810 para muchos de los que después se llamaron argentinos ,y que en ese momento no vivían en Buenos Aires fue un día común que no cambió en nada sus vidas, que incluso la gente pobre o de color o ambas que vivían en esa ciudad tampoco les significó gran cosa. Incluso las mujeres siguieron siendo dependientes de los hombres y sin derecho a opinar, y mucho menos a decidir.

Entonces… ¿qué se puede rescatar?

Los valores e ideales que existían en los corazones de esos primeros próceres. No podemos negar la valentía y el coraje de aquellos que quisieron cambiar las cosas para vivir mejor, aún a sabiendas de que si su intento fracasaba quedaban condenados a la desgracia, la cárcel o la muerte.

¿Podemos ocultar el ideal de libertad que corría por la sangre de muchos que no solo querían esa dicha para su beneficio personal sino que aspiraban a todo un continente libre de cadenas opresoras?

No se pude juzgar una fecha y a sus protagonistas por los hechos que allí ocurrieron. Debemos ver al 25 de mayo como la fecha en que todo comenzó a ocurrir, solo así sabremos valorarlo y apreciarlo como el día en que en estas tierras comenzaron a sonar ruidos de rotas cadenas y a soplar verdaderos vientos de libertad.
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